3:45 p.m. - Friday, Apr. 01, 2005
El Viaje
Estaba Carolina sentada en la ventana de su cuarto
que daba hacia el oeste de la ciudad. estaba un decimo quinto
piso de un edificio y eran las siete de la noche, donde todo se veia de un
misterioso color gris debido a la neblina y se podia notar la diferencia de
cielo y tierra solo por la luces de los edificios y las calles.
Cuanta gente, penso Carolina.
"cuantos habran en la misma situacion mia?
deseosos de llevar otra vida, de vivir mas y
preocuparse menos". Todo era simple coger las maletas con lo escencial
e irse a buscar suerte, tal vez en las monta�as
o tal vez contemplando el esplendoroso oleaje del
mar.
A Carolina la cautivaba el misterio de vivir dia a
dia, pero estaba ligada a su familia; un lazo que hay que cumplir hasta cierto punto y que era muy dificil de quitar, era la baby de la casa y eso la irritaba, cuando sabia que en realidad se deberia de sentir .
alagada, pues su mama la trataba como una princesa
si, una que vivia en una caja de cristal; que podia apreciar las maravillas del mundo pero no percibirlo con sus sentidos.
Hoy Decidio enfrentar al monstruo con sus manos; dijo unos cuantos ultimatums al aire cogio sus fotos, musica, algo de ropa y su angel de la guarda y salio de la casa. Salio y vio el mundo con otros ojos sabia que los sue�os eran algo que se trabajaba fuerte y constante como una escultura; si se queria poder disfrutar de su hermosura despues.
Tenia fuerza, fe, passion y buen sentido del humor
(lo cual la ayudaba a deslizarse suavenmente entre las tempestades), pero le faltaba algo, no sabia que era asi que siguio caminando por la vida con un vacio en ... no se sabe donde.
Se encontro en una selva espesa, rodeada de paisaje exotico
que la hacia pensar en lo mucho que le gustaria poder mandarle una de esas plantas a su mama. Se encontro con una tribu, eran los miticos chibchas todo el mundo los creia perdidos, Carolina los habia
encontrado, que cosas del destino!
Uno de ellos la miro a los ojos y le dijo: "lo que te falta lo vas a encontrar en el momento
menos
esperado; porque es como la mariposa, que vuela si la persigues pero se posa junto a ti cuando la aprecias sin
pretencion."
Sabias las palabras, pero aun no entendia que era ese algo. nadie le daba un nombre propio ni siquera su propia mente.
En medio de la selva encontro un camino que la llevo al otro lado del mundo, donde los animales se iban extinguiendo y el paisaje se
tornaba mas gris, sin cantos de pajaros; solo maullidos, ladridos y claxon.
Carolina extra�o aquellos dias de paz en la selva, pero como buena alma sedienta de experiencias, decidio encontrarle el lado amable a ese lugar. Ella camino por calles repletas de gente; todos pasaban y a duras penas se rosaban la ropa; sintio en el ambiente mucha apatia e individualismo. Entro a un tienda cautivada por el suave aroma del
pan recien hecho; comio empezo a hablar con los due�os sobre la ciudad y cosas que habian para hacer mientras pasaba por ahi.
Carolina se ofrecio gustosa a ofrecer sus servicios a cambio
de estadia por unos cuantos dias, mientras recorria la ciudad. Al dia siguiente inmersa en su trabajo, escucho una voz que cantaba algo tan de ella, que era su propia cabeza la que estaba generando esa voz y se habia vuelto loca; una cancion que hasta ese momento, ella habia creer
inventado. LLena de nervios, miro hacia atras y su vida le cambio en tres segundos: en el primero se consolo de saber que no estaba perdiendo la cordura, en otro se dio cuenta que le sonreian y en el ultimo se encontro con los ojos mas
cristalinos y electricos que se pudiese encontrar. Desde ahi, paro de pensar
y empezo a sentir
